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Los ojos del pasado por Corrado Gabriela se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

lunes, 30 de junio de 2014

Mi viaje de Mochilera

Vista,  tomando una cervecita, en Santorini


 Hoy Sofía, voy a contarte sobre mi viaje  de mochilera por Europa.  
Esta foto es uno de los lugares más maravillosos que conocí. Como podrás ver, tiene el mar pintado de fondo, Santorini. Ahí, desde esa altura, disfruté  con Delia la puesta de sol en la Isla. Si algún día emprendes tu propio viaje, busca ese atardecer, el que tus ojos siempre lo iluminen. 
 Esta es la única maleta que llevo a todas partes cargada de emociones y no quiero que conmigo quede cerrada por siempre.

 Este viaje comenzó hacia el final de los años 90, tendría unos 29 años cuando nos decidimos con Delia conocer el viejo mundo. Ella fue una compañera de la facultad.

Salimos en invierno,   en el otro continente comenzaba el verano.  Los pasajes los sacamos por Asatej, lugar que contaba con paquetes para estudiantes junto con el Eurail Pass. Viajamos por la línea KLM con escala en Ámsterdam y destino final Inglaterra. El vuelo en avión fue tranquilo. Cuando llegamos a Holanda nos hospedamos en un hermoso hotel. Lo primero que me sorprendió fue abrir el cajón de la mesita de Luz y encontrarme con bombones Arcor. Todos saben que es una empresa de golosinas  de Argentina. Tuvimos la mejor bienvenida. Este fue el primer país que conocí que me alerto la cabeza. No entendía muy bien como en un hotel familiar pasaban películas XXX a toda hora del día. No entendía muy bien el tema de la zona Roja, ni de los bares donde se podía consumir drogas. Nosotros para ese entonces vivíamos en una cultura bastante distinta y después, cuando intentamos modernizarnos hicimos una copia mala. 
La ciudad me pareció una maqueta armada, pintoresca, refinada,  una joya antigua, perfecta. Estuvimos poco tiempo. Luego seguimos rumbo hacia Inglaterra.

Con Delia nos manejábamos en tren y subte y arrendábamos los hoteles desde las estaciones de trenes. Para llegar al Hotel el cual estaba en el barrio de inmigrantes,  desde uno de los Aeropuertos,  usamos el tren combinado con una línea de subte, una de las circulares. Pero tomamos la incorrecta. Dábamos vueltas sin lograr el destino. Al fin  la encontramos y pudimos hacer la combinación que nos dejó donde queríamos ir. Una vez que llegamos al hotel nos informaron que las valijas habían ido al otro aeropuerto, no estaban. Quedamos a la espera de las maletas con lo que teníamos puesto. 
Nos tocó una habitación que tenía cama y ducha, pero con baño afuera y compartido. Eso mucho no nos gustaba. En Argentina tenemos todos los hoteles con  baño completo en la habitación y es algo que ni se consulta. Había que acostumbrase a golear la puerta y esperar. En los días que estuvimos en Londres caminamos mucho por una ciudad ordenada, con personas muy amables y con cielo siempre nublado. En ese entonces muy poco les importaba las Malvinas. Si nos deteníamos a preguntar por algo como ser un banco, la gente se paraba y nos acompañaba. El segundo día de estadía continuábamos sin nuestras valijas. Decidimos entonces ir de compras. En ese momento en Argentina no se usaban las tarjetas, no conocíamos el débito automático, nos manejábamos con nuestro efectivo.  Yo decidí poner en uso el sistema y no usar cheques de viajero.  Fuimos con las tarjetas y unos 1000USD en efectivo. El problema surgió cuando quisimos retirar dinero de los cajeros, no había manera de realizar dicha operación. En cambio sí podíamos utilizar el dinero electrónico, así que fuimos a comprar ropa. Compramos  en una tienda cerca del hotel y volvimos con un ticket que no parecía ser confiable. Al segundo día preguntamos en el hotel por nuestras maletas que aún no habían regresado. Me puse a llorar en una escalera. Entonces se acercó una chica que había escuchado la conversación con el  Sr de la recepción y me pregunto porque lloraba si después de todo no olía mal.  Claro,  en Europa cuidan el agua y no se bañan tan seguido; mientras que en Argentina nos sobra, nos bañamos todos los días y permanecemos debajo de la ducha fácil unos 30’.  Luego le mostré al mismo Sr el ticket y ahí nos confirmó que la factura no era normal. Entonces nos acompañó hasta la tienda para que nos devolvieran nuestro dinero. Ni bien entramos el Sr que nos atendió abrió la caja y nos entregó los billetes. Algo de dinero para subsistir.  Al otro día hablamos con el Banco de Argentina y descubrimos el problema, nos abrieron solo una cuenta en dólares cuando necesitamos una en esa moneda y otra en pesos Argentinos.  Por suerte todo se solucionó con un fax que autorizaba el cambio. Llego el último día en Londres y con eso nuestras maletas. Nos despedimos hacia Francia tomando el tren que cruza el canal de la Mancha. En el viaje yo me dormí agotada.
Llegamos a Francia, con nuestras mochilas sobre las espaldas. No sabíamos cómo armarlas ni cómo atarlas. En el camino aprendimos mirando a los demás y dejando parte de nuestras pertenencias en cada lugar que dormíamos. En la parada de la estación de trenes hicimos reserva del hotel y comenzamos a caminar  hacía el. Cuando preguntábamos a los Parisinos si conocían la calle con la dirección que teníamos anotada, no nos contestaban, se hacían los que no nos entendían, a tal punto que, estando en la dirección correcta nos mandaban  a caminar 10 cuadras hacia el otro lado del hospedaje. Nunca comprendí a la gente de esa hermosa ciudad, realmente son muy engreídos. Una noche pedimos referencia de un lugar para ir a bailar. El Sr del hotel nos mandó en taxi al boulevard de clichy, en ese sitio se encuentran todos los sex shop. El Sr del taxi cuando bajamos nos indicó que  camináramos en una dirección, pero la gente iba en dirección contraria. Nosotras los seguimos. Para los Parisinos baile o dancing significará otra cosa que nosotros no sabíamos? Lo que no comprendía era qué hacían los perros dentro de esos lugares o en las confiterías, junto con sus dueños.

No conocimos los museos, quizá fue una pena, pero yo no soy entendida en el arte. Preferimos recorrer los barrios, caminar, tratar de hablar con la gente, subir a los colectivos, ir a tomar algo.  Así nos encontramos con las locas máquinas de lavar ropa donde no había nada, gente, jabón, suavizantes y solo un loco que se sacaba todo y lo metía dentro de una lavadora.

Tengo la foto de la torre Eiffel iluminada con los días faltantes para el año 2000.  Los paseos por la catedral de Notre drame, el Tradicional Moulin Rouge. No me despedí de Paris sin saludar a cada policia y preguntar por el Inspector Toto. De ahí partimos a Niza. Un lugar precioso con personas muy gentiles. Nos hablaban en castellano sin inconvenientes y nos sonreían. Luego de ahí, no recuerdo bien para donde fuimos entiendo que debimos ir para Italia, a Venecia.

Si hay algo para rescatar de esos Países es la puntualidad de los trenes, algo que en Argentina no existe. No perdimos ninguno pero, tampoco entendimos el sistema. Trenes que se bifurcaban en la mitad y una parte iba a un lugar y la otra parte del tren al lugar contrario. Trenes que terminaban en un barco.  En Venecia descubrimos que en alguno de esos nos robaron 500USD, pero para ese entonces podíamos usar nuestra tarjeta.  Cambiar dólares era algo tortuoso.
 Nos hospedamos en un hotel cercano a los canales. Había una atmosfera bastante pesada. Recuerdo caminar por los puentes de los canales hasta la Plaza San Marcos. Por casualidad nos encontramos mirando el mar y muchos bares. En uno de esos estaban tocando un tango de Piazzola. Entonces nos sentamos y pedimos un café. Una pequeña tasa que nos costó unos 15USD. El café más corto y más caro de mi vida. Cuando entramos en Italia, fue entrar a otro mundo, tengo que reconocer que de todos los muchachos de distintos países con los que me cruce, los Italianos era lejos los más bonitos, los más elegantes y los más extrovertidos. Ellos hablaban a los gritos, si la chica les gustaba se le tiraban encima. Bueno lo más parecido a los Argentos.  Fuimos hasta el final de la bota para cruzar a Grecia, a Patras en barco.  El viaje más horrible que hice en mi vida. Un gran barco donde los mochileros dormían a la intemperie, mirando las estrellas del mar, obvio con las bolsas de dormir que nosotras no teníamos.  Con mucho frío nos acercamos a unos Italianos y mientras el resto de los tripulantes en su mayoría Alemanes dormían, nosotros cantábamos, bailábamos y bebíamos. Así amanecimos destruidos a la intemperie del barco para continuar el viaje en un  tren a Atenas. De ese viaje recuerdo que mandaron a tapar la piscina del barco por miedo que nos cayéramos, debido al estado en que pasamos la noche.  
Los trenes que iban a Atenas desde Patras  tenía particularidades que tampoco logre entender.  A cierta hora podían tomarlo los mochileros, en otra hora no. Lo cierto es que subimos al primer tren que paso junto con el resto de los mochileros. Despues de un viaje de 3hs, son casi 5hs de recorrido, el guarda nos bajó en una estación tipo lejano Oeste y ahí quedamos tirados, con mucho calor, sin comida ni bebida. Agotadas, esperando el próximo tren. Mientras yo exprimía mi  bronca y mi amiga buscaba cambiar dólares, que nos permitiera ingerir algo, se nos acercaron unos Japoneses y nos preguntaron de donde veníamos, al contestarles de Argentina, inmediatamente gritaron Maradona. Ahí nos dieron todo lo que necesitábamos para recuperarnos. Además de Diego, en esa época estaba de moda el Musical Evita interpretado por Madonna, por eso nos preguntaban todo sobre ella y el Che.
Una vez en Grecia ya asentadas en un Hotel disfrutamos de sus playas, de sus calles un poco sucias, de su gente un poco alterada.  Como siempre los lugares eran hoteles de estudiantes con las opciones ya mencionadas.  En Grecia hacía mucho calor. Caminábamos mucho, subimos al Partenon en plena tarde.  Tratábamos de entender qué kiosco era el que vendía la tarjeta de colectivo; cuando preguntábamos si la tenía  nos decían que sí con la cabeza pero no nos entregaban nada.
Grecia es un lugar espectacular. Después de unos días reservamos un tour y nos fuimos a las Islas de Mikonos y Santorini. Recorrimos el puerto de MiKonos, las playas de Paradise  y Super Paradise, esta última llena de Gays, un destino muy elegido por ellos.  Además, recuerdo las callecitas pequeñas del pueblo y el atardecer en los Molinos.  En una de sus playas tan tranquilas mi Amiga casi se ahoga. 

Satorini también tiene su belleza y sus atardeceres muy arquitectónicos. La vista al mar desde las rocas volcánicas con  las casitas pintadas de blanco y de cúpula azul. Desde ahí tomé una de las fotos que más me gustan de todos mis viajes, no muchos, tomando una cerveza y mirando la puesta de sol.

Luego regresamos  en el mismo  barco, pero esta vez pedimos viajar adentro. Con el tren  nos cruzamos toda la costa Azul. Recuerdo estar en Marbella en España y ver personas grandes haciendo topless delante de los nietos. Luego nos fuimos directamente a Madrid. Ya estábamos al final de nuestro viaje.

En España visitamos Plaza Mayor donde había un bar que vendían los sándwich de Jamón crudo más ricos que he comido. Fuimos hacia los palacios, el paseo del Prado, Puerta del Sol y las recorridas nocturnas de bar en bar.  Algo me llamó la atención de España sobre el resto de los lugares, fueron los más despectivos hacia nosotros;  recuerdo una conversación con un grupo de chicos entre los que se encontraba el hijo de una pareja de Argentinos, se apellidaba García y fue el más duro con nosotras.  Luego de escucharlo hablar le contesté, sabés como se apellida casi el 50% de la población de Argentina? se apellidan como vos, deben ser tus hermanos.

Al final del viaje a la tarjeta se le rompió la banda magnética y una vez más nos quedamos sin dinero. Ya poco nos importaba, al otro día tomábamos el avión de regreso.

Yo estaba feliz de ver a mis papás. Me esperaron con un rico asado y los reproches por no llamar por teléfono con la frecuencia que mi mamá pretendía.   Mi papá me contó, que después de 1 semana sin noticias nuestras, estaban por pedir ayuda a interpol. No creo que eso sea cierto, pero bueno. Ahora que  soy mamá entiendo lo que la mía sintió y creo que fui muy cruel en no llamarla más seguido.

Ojala Sofía puedas hacer ese viaje y muchos más, un poco más joven que mamá.
Viajar es placentero, cultural, motivador, es una forma de encontrarse con lo bueno y lo malo de nosotros mismos y de la sociedad en la que te toco vivir.

Quiero que sepas que me encantaron los lugares que conocí, su  gente y su idiosincrasia; pero si tuviera que elegir, nunca dudaría en volver acá. Nosotros no somos más que parecidos al resto  y nuestras costumbres son tan nuestras que nada nos llena del todo.

jueves, 26 de junio de 2014

La vida según pasan los mundiales.



 
Cuando viví mi primer mundial en el año 1978 tenía apenas 10 años. Ese mundial se jugó en Argentina en plena dictadura militar.  Muchos como yo, pequeños y grandes desconocíamos que a tan
solo unas cuadras del estadio monumental de River donde se jugaban la mayoría de los partidos, estaba la ESMA, lugar donde tenían los detenidos que luego fueron, desaparecidos.
Recuerdo ese año con felicidad más allá de la triste historia de mi País.  Ahí comenzó la pasión por los mundiales.  No había mucha plata y recuerdo que la fiesta de inauguración mundialista era un grupo de chicos de colegios secundarios armando figuras en el campo de juego. Fue original.  La canción mundialista oficial, era claro, una marchita militar que decía: “25 millones de Argentinos jugaremos el mundial.."
 La canción de la hinchada Argentina era: “ Vamos Vamos Argentina! vamos vamos a ganar, que esa barra quilombera no te deja, no te deja de alentar…”
Durante los partidos en los que jugaba Argentina  cuando ingresaba la selección Nacional se tiraban papelitos desde las tribunas.

El día de la fiesta de inauguración estaba en la casa de mi abuela, en su cocina, con Marta mirando la trasmisión en el televisor blanco y negro. En el país recién ingresaban los televisores a color y pocos los tenían.  Recuerdo de ese mundial el partido que según cuentan, estaba arreglado con Perú para pasar a las próximas vueltas. Y por supuesto recuerdo el partido decisivo contra Holanda el cual se jugó un fin de semana y lo miramos en colores en la casa de Marta.  Ese año Argentina salió campeón.  
Cuentan nuestros padres que el primer mundial jugado en Uruguay Argentina era la candidata y  durante el entre tiempo del partido final  los jugadores Argentinos fueron amenazados en el vestuario por los Uruguayos. Tenían que dejarse ganar para salir vivos de ese país. Por el momento nadie salió nunca a desmentirlo, pero la duda siempre queda.
Después vino el 82 de España. Fue el primer año que debutó Camerun y nosotros los Argentinos le cantamos su canción: "Burumbumbum, burumbumbum, yo soy el hincha de Camerún! Por supuesto, solo había un hincha. No era una fecha buena y Argentina no debió enviar ningún seleccionado porque en ese año fue la guerra de Malvinas.  Fue el primer año de Maradona y nos volvimos rápido, como debió ser.
El  86 fue el famoso año de Maradona, del mejor gol de la historia y de la mano de Dios. Yo estaba en la facultad y recuerdo vivir los partidos con gran pasión. Quiero decir que no es lo mismo mirar una jugada repetida, que vivirla en el momento.  Cuando uno está mirando un partido como el que jugó Diego en su mejor momento y no sabe que después de esa genialidad de gambetear  a cuanto jugador se le puso en el camino estaba el gol, como decía, cuando uno es sorprendido por tamaña genialidad siente que el corazón que ya le latía rápido, explota de emoción.Eso fue Diego.
La canción mundialista no la recuerdo pero la hinchada Argentina tenía una: “Ole, Ole, Ole, Diego Diego”… Ese año salíamos campeones y si no recuerdo mal Maradona le quito el saludo a Grondona en acto final de entrega de medallas.


Después vino el mundial 90 en Italia. La canción oficial del mundial fue la mejor que escuche. La hinchada Argentina cantaba además del “Ole Ole”, la otra ya clásica: “Volveremos volveremos, volveremos otra vez volveremos a ser campeones como en el 86”. También esta otra: “Ole Ole Ole Ole Ole Ole Ola, Ole Ole Ole, cada día te quiero más, Ohhh Argentina es un sentimiento no puedo parar”. Esa final nos la robaron contra Alemania en un penal que no existió.  En fin, como ya dije el mundo es injusto.  Además de ese partido, recuerdo el inolvidable contra Brasil, al que dejo afuera con un gol de Caningia de donde nació la canción que hoy 2014 Argentina le canta a Brasil: “Brasil decime que se siente tener en casa a papá”.  También eliminamos a Italia y de ahí quedo la frase  “siamo a fuori de la copa”. Recuerdo a ese gran jugador de Italia, squillaci, que siempre se enojaba porque cuando él avanzaba nuestros jugadores retrocedían y le cobraban posición adelantada. Un mundial que  ganamos casi todos los partidos decisivos por penales.
Luego vino el mundial 94 de EEUU donde todavía no se sabe que paso con el famoso doping de Maradona el cual dio positivo. Una selección que se traía de nuevo la copa y que Maradona o la Fifa no lo permitieron. Ahí nació la frase de Diego, “Me cortaron las piernas”. Lo que nunca vi en ningun mundial es entrar una "enfermera" al campo de juego para buscar a un jugador y llevarlo a realizarse el control. Eso fue mas que un golpe bajo.
Después pasaron los mundiales, Francia, Corea Japón, SudAfrica y ahora el Mundial del 2014 en Brasil.
Maradona ya no juega más. Ahora el sucesor es Messi, hasta ahora el mejor jugador del mundo.Veremos si con él ganamos algo.
Para este momento cambiaron muchas cosas. El himno Argentino ya no se canta más en la cancha, ahora lo coreamos. Tenemos un papa y esperemos que sea nuestro hincha. La canción oficial del mundial no la conozco. La hinchada Argentina ahora canta el clásico “ Vamos  vamos Argentina.." y "volveremos volveremos..”, además esta otra nueva, dedicada obviamente a nuestros Hermanos y Amigos Brasileros:
"Brasil, decime qué se siente
tener en casa a tu papá...
Te juro que aunque pasen los años,
nunca nos vamos a olvidar...
Que Diego los gambeteó, el Cani los vacunó,
están llorando desde Italia hasta hoy...
A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer,
Maradona es más grande que Pelé"

martes, 24 de junio de 2014

Jugando con las Palabras


Jugando con las PalabrasEscribir es una manera diferente de leer la vida. 

gabrielacorrado.blogspot.com.ar

lunes, 23 de junio de 2014

Argentina, mi país

Argentina, no es solo un país, con una bandera, un himno, un idioma, una extensión territorial, un escudo, una historia. Argentina es todo eso, más el corazón de cada uno de los que la habitamos. Son las costumbres que heredamos de los inmigrantes y que mezclamos en los bares, comidas, bailes, colegios, trabajos, novios, matrimonios e hijos.
Argentina, es tango, folklore, mate, dulce de leche, empanadas, medialunas, asado, bife de chorizo, milanesas, alfajorcitos de maicena. Es el futbol de Boca y River. Es la selección que nos hizo conocidos en el mundo por Maradona y “la mano de Dios”. Es Messi el sucesor. Es Gardel cantando “Mi Buenos Aires Querido” o “El día que me quieras”. Es el clásico Brasil- Argentina. Es el Himno que cantamos en la cancha a Coro y con alegría, aunque tenga letra. El obelisco de la calle corrientes. Es un libro de Borges, Sábato o Cortazar. Es “Evita” y “El che”. Ahora, más cercano en el tiempo el “Papa Francisco”. Son las madres y abuelas de la Plaza de Mayo. Los 30.000 desaparecidos. Las Malvinas de nuestros fallecidos héroes de 18 años que pelearon sin ningún entrenamiento, muertos de hambre y frío. Es “Perón”, su marchita y los bombos. Es el médico rural Favaloro que inventó el Bypass cardíaco. Los premios Nobel Leloir, Houssay, Perez Esquivel. Son alguno de estos inventos: las huellas digitales, la transfusión sanguínea, semáforos para ciegos, el bolígrafo, el colectivo. Para los mas curiosos, Máxima de Holanda.

Es el boxeo de Monzón, Bonavena. La carreras de F1 con Fangio quíntuple campeón mundial. Son las garras que le ponemos cuando competimos en los torneos internacionales, ya que no son profesionales sino amateurs. Son los pumas en el rugby. Las leonas en el Jockey. Es mi viejo sentado delante del televisor alentando cada equipo y llorando de felicidad.

Es el domingo  con la familia y los amigos sentados en una mesa larga comiendo las pastas de la abuela.  Es otro domingo soleado preparando un buen asado  junto con buen vino.
Es el desorden y la improvisación. Son los cortes de calle. Los movimientos sociales. Es la escuela pública en todos los niveles. Es el acceso para los necesitados a los hospitales públicos y gratuitos. Es la solidaridad. La corrupción. El chanta. El fanfarrón. Son los actores como Norma Aleandro, Ricardo Darín, que tan bien nos caracteriza en “Nueve Reinas” o “El secreto de sus ojos”. Es la música de los Redondos, Charly, El flaco.
Argentina es el país en que vivo y elijo. Estoy convencida que no existe otro lugar mejor donde despertarse. Cuando estuve de viaje por otros países, envidie cosas que no abundan por estas tierras, pero al poco tiempo comprendí que las mismas me hacían ser quien era y las extrañaba. Amo el desorden, porque lo que importa es el orden interno; el no saber si lo que hago estará perfecto o no, porque sabrán perdonarme si me equivoco y poder mejorar; adoro no ser puntual en los encuentros con amigos porque lo importante es la calidad del tiempo que nos depara el momento. La formalidad no siempre significa que seamos responsables, por eso, me encanta el “che” con el que empezamos todas y cada frase.
Me gusta comer  y acostarme tarde. Me gusta discutir de política o lo que fuera en la mesa de un bar tomando un café o una cerveza.
Para un Argentino, aunque parezca increíble, no hay nada mejor que otro cuando está afuera del país. Cuando estamos juntos, nos estorbamos. Cuando estamos lejos nos extrañamos muchísimo. Sentimos nostalgia de todos nuestros pesares, protestas, problemas, comidas, amigos y familia. Acá pasa de todo, aun cuando dormimos. Cambiamos 5 presidentes en casi 2 días.
Argentina tiene una casa de gobierno que es rosada, muy femenina y una presidente aguerrida.
Dicen que tienen las chicas más lindas y el cielo más azul. Tenemos mar, nieve, sierra, desiertos.

Tenemos un gran corazón. Ideales. Nos gusta comer bien, divertirnos, vestirnos a la moda, estar con amigos, las mascotas, los chicos, los ancianos, disfrutamos la familia. Nos gusta vivir con nuestros padres . Somos coquetos. Nos encanta sonreír aunque este todo mal. Nos gusta mostrarnos. Nos falta madurar.  Por eso, hay que trabajar mucho para crecer.

Quiero que mi hija pueda realizarse acá. Argentina es ella, mi familia, mis amigos y todas las mañanas, los días y los minutos que me mantienen viva. Acá están las cosas por las que doy batalla, por las que sufro y amo. Y a pesar de todos los defectos que nos caracterizan como sociedad y por los que nos critican; este es el mejor lugar en el mundo para pasar por esta vida. Argentina, por tu gente, con tu gente y a pesar de tu gente, yo estoy feliz de vivir bajo tu cielo abanderado!

http://gabrielacorrado.blogspot.com/2013/06/argentina-un-pais-con-buena-gente.html 

Emi, el cortesano

Hoy a la mañana cuando estaba llegando al trabajo  me cruce de lejos con Emi. Qué cambiado se ve!  Ya me había comentado Luz que ese muchacho había crecido tanto que era casi imposible mirarlo a los ojos.  Me quede pensando en sus palabras  y en mi experiencia personal con él.
Yo siento mucho aprecio y  agradecimiento  por Emi. Pero recordando algunas de sus frases, quizá Luz tenga razón.  En cierta oportunidad me dijo que, accedía a hablar conmigo porque yo le caía simpática. En ese momento me dio un poco de alegría. Después me dejo pensando, si alguna vez dejara de caerle bien aunque tuviera toda la libertad o el derecho de hablarle, no iba a poder concretar el encuentro.
Es cierto que Emi es muy hábil. Gano merecidos premios, aunque a veces sucede que los éxitos profesionales opacan la esfera personal.  

Yo hubiera esperado que me llamara cuando fallecieron mis padres. Entonces supuse que debía estar muy ocupado.  Lo cierto es que al poco tiempo de ese triste momento conversamos de otras cosas y sus palabras me deslumbraron. Fue entonces cuando me dijo que yo estaba un poco paranoica. Qué raro me sonaron esas palabras. No obstante, sus frases si bien me asombraron, las sople hacia otro lado, por inoportunas. Mi psicóloga sabía perfectamente lo que me sucedía, y él no lo era.

Desconozco cuando Emi hizo el cambio. Yo creo que es un buen tipo que a veces dice algunas frases   desafortunadas y que no escucha todas las voces.  Cuando lo conocí y charlamos me cayó bien.


A fines del año 2008 en Argentina se vivían tiempos inciertos. Entonces pensé en buscar otros rumbos.  Fue cuando Emi me mando a llamar para conversar y me pidió que me quede. Hay que estar con los amigos en las buenas rachas y en las malas. Supuse que, si me quedaba en su barco sin destino claro, el gesto iba a ser recompensado; tanto sea si llegábamos a buen puerto, lo que sucedió, como si fracasábamos. Lo importante era el apoyo, el remar, el no abandonar el viaje aún teniendo en tierra opciones más seguras. Yo soy una persona que tiene y cree en la palabra.

El tiempo pasó muy rápido. Algunos tuvieron mejor suerte que otros. En mi caso personal yo tuve muchos contratiempos personales. Pero siempre tuve fuerzas para darle hacia adelante, no caer y no dejar a nadie a mitad de camino. Honre mis compromisos lo mejor que pude.
Para entonces,  año 2011, Emi se había convertido en un hombre exitoso. El 2008 había quedado en el anecdotario y en olvido. Los más cercanos a él tuvieron su mismo golpe de suerte. Y bueno, Luz tenía razón,  a veces no hay que ser tan crédulo. Uno debería aprovechar los golpes de suerte sin pensarlo dos veces, porque nunca se sabe si se vuelven a dar.


Es claro que Emi pasa un buen momento. Y aunque me hubiera gustado que no pronunciara las palabras inoportunas que supo decirme, aunque me hubiera gustado que me saludara como corresponde cuando fue la muerte de mis padres, aunque me hubiera gustado que tuviese un reconocimiento hacia mí,  creo que es un buen hombre.

Pienso que todos los que están un poco más arriba que el resto de los mortales, les debe  costar distinguir en la multitud a  las personas en  sus más finos detalles,  sus miradas y gestos. Quizá Emi no  se olvidó  de Luz  y de mí,  sino que estaba muy ocupado para buscarnos. Quizá, él crea que fue justo  con nosotras.  Después de todo, quién sabe  qué es lo correcto.  Seguramente que el presidente de un país tampoco tenga tiempo para todos  los de las buenas y las malas.
Espero Emi  que te acuerdes de nosotras el día que puedas descender de la montaña y vuelvas de tu viaje. Tengo fe que seguís siendo un buen tipo y además memorioso.

Nunca fue lo mismo hablar con vos que con tu entorno.  No están a tu altura, quiero decirte que siempre fuiste todo un caballero.  Luz, otra vez tuvo razón. Los demás brillan gracias a él.  Yo creo que debiste y deberías tener tus propias impresiones en un mano a mano con las personas y no perder así la objetividad. Hay tantas malas interpretaciones, como malos canales de comunicación, como malas influencias. No somos enteramente buenos ni malos, por eso mismo, lo justo siempre es escuchar a todos o,  a ninguno. Claro, quizá esto no interese. Por eso siempre recuerdo lo de simpática.

Sofía,  lo cierto es que la vida no es un cuento de hadas. Hay que acostumbrase a todos en la viña del señor. Las circunstancias son a veces justas y otras injustas; estas últimas uno tiene que vivirlas con dignidad  y sobre todo con misericordia.

Para Sofi, que está descubriendo un mundo lleno de signos y símbolos nuevos.