Vero, a la distancia solo te puedo regalar un recuerdo. Por ejemplo, si
detengo el marcador en una hora sería la tarde
de algún verano comiendo cubanitos y chocolateada debajo de una sombrilla en la playa.
Algunos tienen mejor memoria que otros, no es mi caso; yo guardado los datos por aproximación.
Mi regalo
se detuvo en una noche, que seguramente era sábado. Creo que era verano y
llovía. También, puedo ver que tenías el pelo mas largo y con ondas, y algo en
la mirada que, atraía pero no era natural. "La Fabrica", ese lugar en Temperley donde ibamos a bailar, no muy seguido, pero para el año 1984 estaba de moda. Un boliche al lado del otro. Pero, que
broma, yo quería ir con mi paragüas. Pagar el guardarropa por un un elemento tan
inútil? Sí. Por
que yo, siempre hacia lo que me parecía. Lo más divertido de esa noche, no fue
el absurdo de los que me vieron hacer la cola con ese elemento falico, era la
gracia con la que nos tomábamos las cosas. Que importaba si no estaba de moda? Era
provocativo?. Pero de una forma inocente. Íbamos a la moda, pero no tanto como
para no llevar yo un paragüas, y vos, por estar al lado mió haciendo la cola
para entrar.
Durante la noche recuerdo que alguien se detuvo mientras tomabamos un trago en la barra a elogiar tu mirada. Luego, de que el muchacho dijera una serie de cosas muy seductivas y elocuentes, tu respuesta fue: “los ojos son de plástico”. Y yo, fui al guardarropas a retirar mi compañero de noche y me puse a bailar con él debajo de la lluvia.
Son
recuerdos y son muchos. Agradezco poder girar sobre mi misma como un reloj y
detenerme en algún punto. Cuando llego a ese destino siempre están las personas
que, presentes o ausentes formaron mi vida. Sus momentos y sus vivencias, son tambien mias. A la distancia quiero brindar por ese reloj que compartimos
hasta hoy.